Tu cerebro cree que el dolor es peligroso, lo cual puede ser un desafío durante el parto.
Las contracciones duelen, ya que el cuerpo está trabajando para dilatar el cuello uterino, abrir el orificio uterino y colaborar con el bebé que quiere descender a través de la pelvis y salir. Es algo bastante natural y completamente inofensivo. Pero... tu cerebro no lo entiende. Tu cerebro percibe el dolor como un peligro. Prueba a poner algo caliente sobre el abdomen o el útero y relájate, eso puede ayudar con el dolor.
Cuando las contracciones empiezan a doler mucho, muchas personas reaccionan tensionando todo el cuerpo, porque el cerebro cree que algo está mal. El problema es que al tensar tanto todo el cuerpo, se utiliza una cantidad enorme de energía.
La relajación se puede practicar y entrenar antes del parto. Cuando has practicado varias veces ejercicios de relajación, tu cuerpo aprende que esa es tu nueva reacción al dolor. Pero, por supuesto, requiere que te tomes el tiempo para practicarlo. La relajación es la clave para la resistencia durante el parto.
Fuente: Maria Greve, Fødegejst
